Jack London
Jack London nació en San Francisco en 1876 en una época difícil para su país, tras el fin de la conquista del Oeste, el cierre de la frontera y el avance del ferrocarril la precariedad laboral era la nota dominante, frenada la expansión territorial ya no existían ni tierras, ni medios para que la gran masa de personas desempleadas pudieran encontrar una salida a su delicada situación, la mayoría provenían del cierre de las grandes industrias cuyo ritmo de producción decayó tras el fin de la guerra 20 años atrás.
Jack, hijo no reconocido de uno de los padres de la Astrología moderna, heredo su apellido de su padrastro, un veterano de la guerra civil. Su familia se instaló en los muelles de Oakland donde se iniciaría su atracción por el mar, su afición a la bebida y sus contactos con la delincuencia.
Relatar la vida de Jack es en si mismo una aventura, activista sindical y manifestante en las marchas sociales y huelgas en post del trabajo perdido en la industria, vagabundo del ferrocarril detenido y condenado por ello, ladrón de ostras en los bancos de cría y posteriormente agente encargado de protegerlas, marinero en medio mundo, cazador de focas en el mar del Japón, y mas decisivamente buscador de oro en Klondike fueron tan solo algunas de las experiencia que le forjaron a lo largo de su vida.
Pero Jack, que siempre fue un lector empedernido llego a la conclusión que escribir sería la mejor manera de poner fin a la pobreza y con ello alcanzar la fortuna, iniciando su carrera literaria como autor de relatos cortos y creando novelas que le dieron el éxito que había buscado hasta ese momento, a la vez que complementaba su trabajo con artículos y libros de un corte mas social, en defensa de sus ideales socialistas.
Se dedicó a la producción literaria con la misma energía que anteriormente lo hiciera a la aventura. Tanto es así que su bibliografía se cifra en torno a los 50 títulos. Destacan entre ellos de La llamada de la selva (1903), la aventura de Buck, un perro cruce de San Bernardo y Shepard desde la sofisticada Santa Clara a la primitiva Alaska; el pueblo del abismo (1903), un trabajo periodístico sobre la pobreza en el East End londinense; El lobo de mar (1904), novela surgida de su experiencia marinera; Colmillo blanco (1907), otra aventura canina; y El talón de hierro (1908), fábula de política ficción de inspiración socialista.
No fue una empresa inicialmente fácil y al fin, tras el enorme éxito de La llamada de la selva y de El lobo de mar, se convirtió en uno de los autores más afamados de Estados Unidos y es que en los años centrales de su producción literaria, como un anticipo del Hemingway de los años 50, London se convirtió en el primer mito del novelista norteamericano de éxito, tanto en América como en Europa.
La muerte de Jack London está llena de controversia. Muchas fuentes antiguas la describen como un suicidio, y algunas todavía lo hacen. Sin embargo, esto parece presentarse como un rumor, o como una especulación apoyada en los incidentes que tienen lugar en sus escrituras ficticias. Su certificado de muerte establecía la causa en una uremia. Murió el 22 de Noviembre de 1916. Se sabe que sufría un dolor extremo y que estaba tomando morfina, y es posible que una sobredosis, accidental o deliberada, pudo contribuir.
Sus biógrafos recuerdan cómo los periódicos europeos del 24 de noviembre de 1916 dedicaron más espacio a la noticia de su muerte que a la del emperador Francisco José de Austria, fallecido el día anterior.
Pero esto no sería un post mío, sino dijera porque os he querido hablar de Jack London. Desde que cree este blog mi idea era el poder mostrar una parte mas amplia de mi mismo, y este escritor esta un poco ligado a mi propia historia.
La llamada de lo salvaje, rebautizado como: - La llamada de la selva - por la censura, fue el primer libro que ‘elegí’ comprar con mi propio dinero siendo aún un niño, y me cautivó desde la primera página, yo como niño inquieto deseaba poder descubrir el mundo, y este era un gesto de poder decidir como hacerlo, leyendo recordé películas como ‘El mundo en sus manos’, y comprendí que existían otros libros, no solo los que nos obligan a leer, o aquellos que me parecieran ‘para mayores’, recuerdo también sentirme unido a Buck, el protagonista de la historia, con el que podía identificarme mas que con la mayoría de personas que conocía.
Cuando estudiaba en el instituto y conocí a mi amigo Francis descubrí que ambos compartíamos muchas cosas, y nuestra afición a libros de Jack London era una de ellas, a el también le apasionaban las visión del mundo primitivo de London, la fuerza de la naturaleza y del instinto, la profundidad de sus personajes y la belleza de una narración y estilo de otra época, con el debatí muchas veces sobre la visión del mundo según London, sobre sus personajes y sobre otras historias y mundos que nos unió aún mas, y puede que no sea solo por Jack London que seamos amigos, pero se que es una de las cosas que nos acercó.
Muchos años después volvimos a encontrarnos, cuando aquel volumen ya se encontraba desparecido en alguna de las múltiples mudanzas de las que he sido participe, la persona que mas he querido en mi vida decidió regalármelo, y se que no le fue nada fácil encontrar una edición que mereciera la pena, se el cariño y la fuerza de voluntad que puso para intentar forjar el reencuentro con aquel libro del que le había hablado, y quizás esto también nos unió un poco mas, en el peregrinaje de pequeños gestos con los que solíamos entregarnos el uno al otro, hasta que todo terminó.
Hace poco de nuevo London reapareció en mi vida, de la mano de mi mejor amiga Patricia, la cual no se pudo resistir a traerme desde Londres una bonita y casi primera edición de colmillo blanco, sabiendo lo que me gusta, tanto el libro como el autor, y con ello demostrándome que siempre me lleva algo cerca, aunque estamos a muchos kilómetros de distancia.
No se lo que me deparará el futuro para mi unión simbólica con este autor, pero se que siempre significara esa magia desbordante, como el amanecer del nuevo día en Alaska, a los ojos de Buck un perro que estaba lejos de casa, encontrándose a si mismo.
Jack, hijo no reconocido de uno de los padres de la Astrología moderna, heredo su apellido de su padrastro, un veterano de la guerra civil. Su familia se instaló en los muelles de Oakland donde se iniciaría su atracción por el mar, su afición a la bebida y sus contactos con la delincuencia.
Relatar la vida de Jack es en si mismo una aventura, activista sindical y manifestante en las marchas sociales y huelgas en post del trabajo perdido en la industria, vagabundo del ferrocarril detenido y condenado por ello, ladrón de ostras en los bancos de cría y posteriormente agente encargado de protegerlas, marinero en medio mundo, cazador de focas en el mar del Japón, y mas decisivamente buscador de oro en Klondike fueron tan solo algunas de las experiencia que le forjaron a lo largo de su vida.
Pero Jack, que siempre fue un lector empedernido llego a la conclusión que escribir sería la mejor manera de poner fin a la pobreza y con ello alcanzar la fortuna, iniciando su carrera literaria como autor de relatos cortos y creando novelas que le dieron el éxito que había buscado hasta ese momento, a la vez que complementaba su trabajo con artículos y libros de un corte mas social, en defensa de sus ideales socialistas.
Se dedicó a la producción literaria con la misma energía que anteriormente lo hiciera a la aventura. Tanto es así que su bibliografía se cifra en torno a los 50 títulos. Destacan entre ellos de La llamada de la selva (1903), la aventura de Buck, un perro cruce de San Bernardo y Shepard desde la sofisticada Santa Clara a la primitiva Alaska; el pueblo del abismo (1903), un trabajo periodístico sobre la pobreza en el East End londinense; El lobo de mar (1904), novela surgida de su experiencia marinera; Colmillo blanco (1907), otra aventura canina; y El talón de hierro (1908), fábula de política ficción de inspiración socialista.
No fue una empresa inicialmente fácil y al fin, tras el enorme éxito de La llamada de la selva y de El lobo de mar, se convirtió en uno de los autores más afamados de Estados Unidos y es que en los años centrales de su producción literaria, como un anticipo del Hemingway de los años 50, London se convirtió en el primer mito del novelista norteamericano de éxito, tanto en América como en Europa.
La muerte de Jack London está llena de controversia. Muchas fuentes antiguas la describen como un suicidio, y algunas todavía lo hacen. Sin embargo, esto parece presentarse como un rumor, o como una especulación apoyada en los incidentes que tienen lugar en sus escrituras ficticias. Su certificado de muerte establecía la causa en una uremia. Murió el 22 de Noviembre de 1916. Se sabe que sufría un dolor extremo y que estaba tomando morfina, y es posible que una sobredosis, accidental o deliberada, pudo contribuir.
Sus biógrafos recuerdan cómo los periódicos europeos del 24 de noviembre de 1916 dedicaron más espacio a la noticia de su muerte que a la del emperador Francisco José de Austria, fallecido el día anterior.
Pero esto no sería un post mío, sino dijera porque os he querido hablar de Jack London. Desde que cree este blog mi idea era el poder mostrar una parte mas amplia de mi mismo, y este escritor esta un poco ligado a mi propia historia.
La llamada de lo salvaje, rebautizado como: - La llamada de la selva - por la censura, fue el primer libro que ‘elegí’ comprar con mi propio dinero siendo aún un niño, y me cautivó desde la primera página, yo como niño inquieto deseaba poder descubrir el mundo, y este era un gesto de poder decidir como hacerlo, leyendo recordé películas como ‘El mundo en sus manos’, y comprendí que existían otros libros, no solo los que nos obligan a leer, o aquellos que me parecieran ‘para mayores’, recuerdo también sentirme unido a Buck, el protagonista de la historia, con el que podía identificarme mas que con la mayoría de personas que conocía.
Cuando estudiaba en el instituto y conocí a mi amigo Francis descubrí que ambos compartíamos muchas cosas, y nuestra afición a libros de Jack London era una de ellas, a el también le apasionaban las visión del mundo primitivo de London, la fuerza de la naturaleza y del instinto, la profundidad de sus personajes y la belleza de una narración y estilo de otra época, con el debatí muchas veces sobre la visión del mundo según London, sobre sus personajes y sobre otras historias y mundos que nos unió aún mas, y puede que no sea solo por Jack London que seamos amigos, pero se que es una de las cosas que nos acercó.
Muchos años después volvimos a encontrarnos, cuando aquel volumen ya se encontraba desparecido en alguna de las múltiples mudanzas de las que he sido participe, la persona que mas he querido en mi vida decidió regalármelo, y se que no le fue nada fácil encontrar una edición que mereciera la pena, se el cariño y la fuerza de voluntad que puso para intentar forjar el reencuentro con aquel libro del que le había hablado, y quizás esto también nos unió un poco mas, en el peregrinaje de pequeños gestos con los que solíamos entregarnos el uno al otro, hasta que todo terminó.
Hace poco de nuevo London reapareció en mi vida, de la mano de mi mejor amiga Patricia, la cual no se pudo resistir a traerme desde Londres una bonita y casi primera edición de colmillo blanco, sabiendo lo que me gusta, tanto el libro como el autor, y con ello demostrándome que siempre me lleva algo cerca, aunque estamos a muchos kilómetros de distancia.
No se lo que me deparará el futuro para mi unión simbólica con este autor, pero se que siempre significara esa magia desbordante, como el amanecer del nuevo día en Alaska, a los ojos de Buck un perro que estaba lejos de casa, encontrándose a si mismo.
9 comentarios
Mariina -
Juan Medina -
Viajo por medio mundo y vivió una época en las que las cosas eran muy distintas a lo que conocemos, y así lo reflejó con muy buen acierto.
Aunque la pregunta para cada uno de vosotros, sería...
¿Si fuese así como se inspiro, os guastaria a vosotros haberlo vivido y poder escribir de ello?
Cuando yo era pequeño pensaba en irme a Alaska a explorar con un trineo, quizás es hora de pensarlo de nuevo.
Sandri -
esther -
espero respuesta
CRISTINA -
facu -
Brisa -
Me ha encantado la música que has elegido para ese bautizo y aprender contigo.
Besitos muchos¡ me encanta poderte leer, lo he echado de menos.
José Puertas -
Saharawy -
Me alegro de que te gustase el regalo, casi saltó a mis manos desde la estantería.